Arnedillo

Rodeado de montañas y emanando un encanto hogareño, despunta Arnedillo.

Un lugar de buen comer, de buen beber y buena gente. Gente que siempre tiende su mano al visitante y al amigo.

Olor a olivos, a romero, a humo, a fiesta, a alegría … olor a pueblo, y como pueblo, Arnedillo.

Desde la lejanía, viviendo el pueblo con mis recuerdos.

Juan